Por qué Georges Perec
2024
Hay muchas cosas en la vida y obra de Georges Perec, por ejemplo: una infancia huérfana, lugares (París, Sfax, el Moulin d’Andé, Ellis Island…), libros, muchos libros, ajenos y propios, los suyos siempre distintos, «prodigiosamente amenos», una perilla enorme, una cónyuge, una pareja, una película, dos obras de teatro, dos premios importantes, tres psicoterapias, doscientas habitaciones, gatos, cigarrillos (que siempre sostenía entre los dedos corazón y anular), viajes en tren, saltos en paracaídas, listas infinitas, juegos de palabras, ojos saltones, una memoria prodigiosa aunque magullada, amistades, la a, la i, la o, la u, pero nunca la e, crucigramas, rompecabezas, máquinas de escribir cuyas teclas golpeaba con frenesí hasta las tantas de la madrugada, el cementerio del Père-Lachaise, plazas, por ejemplo, la de Saint-Sulpice…
En Por qué Georges Perec, Kim Nguyen escribe doscientas treinta y seis respuestas que leídas en conjunto conforman una especie de retrato poliédrico de «una de las personalidades literarias ‒según Italo Calvino‒ más singulares del mundo».
«Porque para leer a Perec uno tiene que estar dispuesto a abandonarse al juego». Paul Auster
«Porque cualquier tentativa de agotar la obra de Georges Perec sería, con toda seguridad, infructuosa». Kim Nguyen
Cada 23 de junio, Kim Nguyen Baraldi (Bruselas, 1985) visita una librería y compra un ejemplar de La vida instrucciones de uso de Georges Perec, que deja en manos del librero o la librera con instrucciones muy precisas: regalarlo a una persona que aparezca por su librería poco antes de las ocho de la tarde. Este ritual es un homenaje personal a un escritor, que admira profundamente, y a su monumental libro, el cual sucede íntegramente en el instante de la muerte de su protagonista, Percival Bartlebooth, el 23 de junio de 1975, justo antes de las ocho de la tarde. Para el autor de este libro, la Bartleboothshour es una manera de recordar a Georges Perec y de seguir encontrándole lectores.